El pasado día 6 de mayo, sábado, un grupo de 12 personas asistimos al Taller “Sanar mis Heridas” en la sede de nuestra CVX Burgos que impartieron Toni Caballero S.J. y su colaboradora, Carmen José, para el que se nos pidió que eligiéramos una herida para trabajarla, no la más sangrante ni la más reciente.
Hizo referencia a que este Taller de Sanar mis Heridas, se engloba en la Escuela del Perdón y la Reconciliación (ESPERE). Se impartieron en un principio en 2002 en Colombia y 2007 en Perú. En 2018 los jesuitas en Loyola.
Comenzamos presentándonos con nuestro nombre, una característica positiva nuestra y lo que esperábamos del Taller, y Toni comenzó la dinámica con una explicación previa y una actividad relacionada con clavos, y nos dio una visión de doble sentido de las heridas: las que recibimos y las que nosotros causamos.
Hicimos una pausa para tomar un café con leche y pastas, con lo que la tensión por la temática que podíamos tener quedó neutralizada.
Continuamos la mañana con un caso práctico y unas preguntas, que pusimos en común en grupos de tres, y después al grupo general.
Toni continuó con la dinámica, explicándonos que en todas las heridas hay tres tipos de consecuencias, que resumió en las tres “s”: perdemos seguridad en nosotros mismos, perdemos seguridad en los otros y perdemos el sentido de la vida.
Toni nos invitó a recoger los hechos y acontecimientos de la herida -no sangrante y no lejana- elegida, e identificar los sentimientos que nos produce, realizando un dibujo. De nuevo nos reunimos en grupo para compartirlo. De vuelta de las salas de reunión, pusimos en común las coincidencias con las situaciones de rabia y rencor que habíamos trabajado.
Tras el paréntesis de la comida, en la que la mayoría compartió la comida que había traído de casa y también participó de la comida preparada por Rosa Mª Franco continuamos con el Taller.
Toni nos explicó que en lo sucedido que ha dado lugar a la herida, existe un barullo enorme en los hechos, proponiéndonos observar lo que había sido afectado por esa herida y lo que había de positivo, lo que nuevamente pusimos en común en el grupo de tres.
Después de leer entre todos los beneficios del perdón y subrayar lo que nos resultaba más importante y ponerlo en común, Toni nos habló del proceso de sanación y liberación interior, y nos explicó la diferencia entre el perdón y la reconciliación.
Tras esta explicación, tuvimos una experiencia de relajación, poniendo en común cómo nos habíamos sentido.
Por último, respondimos a un cuestionario de evaluación, en el que recogimos cómo nos sentíamos tras participar en el Taller, con qué nos quedamos, qué hemos echado en falta, y nuestra actitud después de realizarlo.
Ha sido un Taller en el que, a diferencia de lo que pensaba, no ha existido tensión ni violencia interior ante las heridas a sanar, me he sentido muy relajada e integrada en las dinámicas, que me han ayudado mucho a identificar y poner nombre a los sentimientos que me producen las heridas, así como me ha servido para replantearme mi actitud ante ellas. El Taller me ha parecido un “abrir de boca”, abrir una puerta a la esperanza, al perdón y a la reconciliación.
Toni nos ofreció los talleres intensivos de 12 módulos que se imparten por la Escuela del Perdón y la Reconciliación (ESPERE) en Loyola, del 10 al 14 de julio, o bien en varias sesiones, sábados 21 de octubre, 4 de noviembre y fin de semana del 26 y 27 de noviembre, así como los ejercicios del perdón, también en Loyola, del 12 al 21 de agosto.
Sería estupendo que pudiéramos asistir o tener este taller intensivo sobre Perdón y Reconciliación en nuestra CVX de Burgos, como hemos tenido esta introducción con el Taller de Sanar Mis Heridas.
