La pandemia nos recuerda que todos nos necesitamos. Mientras países enteros entraban en confinamiento, las personas migrantes jugaron un rol esencial en nuestros sistemas sanitarios y en nuestras economías, cuidando de nuestros enfermos y manteniendo el movimiento de bienes y servicios. Y lo siguen haciendo.
No podremos estar seguros hasta que todo el mundo esté seguro, y para ello es necesario que las personas migrantes sean incluidas en la planificación de salida de la crisis de la pandemia. El justo acceso hacia las vacunas es una progresión hacia un mundo mucho más igualitario e inclusivo, donde todos salimos beneficiados. Las decisiones que tomemos hoy afectarán el futuro de la movilidad humana y también el futuro de la humanidad. Si nosotros no actuamos ahora ¿quién lo hará? .
Detrás del fenómeno de las
migraciones están las mismas causas que generan la pobreza en el mundo. En
estos momentos debemos movilizarnos, no sólo por los refugiados y migrantes,
sino CON los refugiados y migrantes, caminando con ellos en defensa de sus
derechos inalienables que les asisten como personas.
¡NO NOS ACOSTUMBRAMOS A LO QUE ES INJUSTO!